Páginas

viernes, 20 de abril de 2012

Sombras y reflejos (siniestros).

Se ha convertido en mi sombra, ni siquiera mientras duermo me libro de su opresiva mirada tan pesada y perceptible como el extremo de un martillo golpeteando detrás de la nuca.

No hay mejor manera de expiar los demonios que nos atormentan que una buena sesión en la banda deslizadora, cuando corres a más velocidad de la que deberías, tus piernas comienzan a entumecerse y el sudor amenaza con colarse en tus ojos.

--------------------------

La única manera de mantenerte cuerdo, de no echar todo por la borda, de no hacer algo de lo que podrías arrepentirte, es plasmar todo en esa amenazante hoja blanca, liberarte del yugo aplastante de las criaturas que acechan desde los más oscuros rincones de tu cabeza, esos a los que ni siquiera tú mismo tienes acceso más que en tus mas horroríficas pesadillas. Cedes el mando de tu cuerpo por unos instantes a la locura, dejas que todos los habitantes de tu mente corran libremente, sin ataduras, por unos minutos, quizá horas, no queda nada de ti, sólo existe Mr. Hyde; Jekyll se convierte en un caparazón vacío.

Ira. Toda esa furia guardada que no dejas salir, la cual quema desde dentro, habitando contigo desde tu más temprana infancia, quizá no la dejas salir, no dejas que reviente, explote y se cobre con sangre- la única moneda que en verdad vale para ella-, por que es tu principal motor, el combustible más efectivo para tus torpes dedos, en los cuales no queda más que el recuerdo de la sensación de su suave piel, piel que no volverás a tocar.

El precio a pagar por la locura contenida, controlada, canalizada y finalmente convertida en creatividad, genialidad para algunos, pero para ti seguirá siendo locura al fin y al cabo, aquello que te separa del resto de las personas, lo que te convierte en monstruo por las noches y aterra a todo aquel lo suficientemente estúpido como para asomarse hacia dentro del túnel del conejo.
Quizá por eso te persigue, te acecha y te sigue como una sombra, porque quizá, sólo quizá, él es la única persona que sabe cómo eres realmente, debajo de todo el disfraz. Te acosa para evitar que causes un daño aún no consumado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario