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domingo, 29 de noviembre de 2015

Primera Ascensión

       Los judíos fueron implacables, minuciosos, inmisericordes. Anoche quemaron toda nuestra literatura por ser considerada como profana, algo ofensivo para los ojos de su dios.

       En un mundo donde la información digital es capaz de recorrer el planeta entero de ida y vuelta en sólo segundos, resultó impresionante ver cómo decenas de miles de libros ardían en medio de la avenida en una hoguera común. Como si de brujas se tratara y nosotros habitáramos Salem en vez de esta grande urbe metropolitana, contemplando cómo ardían sin poder hacer  absolutamente nada al respecto.
     

        Los judíos encarnaron a la perfección la versión del gran hermano que Orwell relató en su libro "1984"( libro considerado como uno de los más peligrosos y por lo tanto es altamente ilegal, su sola posesión es castigada con la muerte ). Ellos nos vigilan al girar la esquina, observan todos y cada uno de nuestros movimientos,  nos obligan a tener televisores encendidos, transmitiendo las noticias del Alto Partido Judaico día y noche, incesantemente, sin descanso alguno.

        Algunos hackers dicen, a través de páginas ocultas incluso para los usuarios de la deep web, que todo comenzó en el 33, cuando los judíos se sintieron fuertemente amenazados por aquel hombre en Alemania, quien no hacía el menor esfuerzo por ocultar su desprecio hacia ellos y cuyo nombre ya ha sido olvidado por la historia. Así que lo asesinaron y ascendieron al poder, primero en Alemania y después fueron extendiéndose por toda Europa Occidental, al principio de manera subrepticia , y luego, después de afianzar el poder desde las sombras, destapándose ante el mundo entero como una potencia continental unificada.

        Luego fijaron su mirada en nosotros -en nuestras tierras llenas de petroleo-, cruzaron el Atlántico y nos invadieron de una manera apabullante, ayudados por los japoneses y los chinos, en una Alianza que terminó por vencer a los países de América.

        Tengo que irme, si no me desconecto ahora, sabrán que estuve aquí. Ellos nos vigilan, espían todos nuestros movimientos y si me encuentran aquí, no quiero ni imaginar lo que puede pasarnos a mí y a mi familia...


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