“Es dificil creer que el destino de un hombre sea tan bajo que le lleve a nacer solo para morir”
-Mary Shelley
La escritora y narradora británica Mary
Shelley nació un 30 de Agosto de 1797 en Londres. La dramaturga se volvió mundialmente reconocida gracias a su obra más famosa: Frankestein o el moderno Prometeo, publicado en 1818. A 200 años de la publicaciónde esta obra, sigue siendo parte de
la cultura occidental, el libro es una de las mejores obras de la literatura británica,
de hecho Shelley inovó al hacer una de las primeras obras de la historia del
género de la ciencia ficción.
La obra maneja a la perfección la eterna lucha del ser humano contra Dios, ya que engloba la idea de que en algún momento la ciencia podrá abrir la caja de pandora, la cual en el libro se manifiesta como aquel momento en que el ser humano será capaz de dar vida por medios no naturales y podrá desafiar a la muerte.
Shelley
toma como base el mito griego de Prometeo. El titán Prometeo creó al ser humano en base del barro y le regaló el don de la vida, lo que
provocó que los Dioses lo castigaran por desafiarlos al crear una vida
“inferior”.
Algo que se debe observar es que el protagonista de la obra no es el “Monstruo” de Frankestein, el verdadero protagonista es el Dr. Victor Frankestein, quien como señala Shelley es el “Moderno Prometeo” pues está desafiando a Dios creando una vida como su contraparte griego.
El Doctor Victor Frankestein es un
estudiante de medicina suizo (en el siglo XX se creó el estereotipo de que
Victor Frankestein era un “cientifico loco” gracias a las películas, algo que
es incorrecto pues en el libro es un ser es bastante racional).
Victor consigue descubrir el secreto de la vida, por lo que decide robar de los cementerios aledaños a su laboratorio cadáveres de diferentes personas. El Doctor tiene éxito en darle vida a esta criatura (o mas bien traerlo de la muerte) lo que desencadena la historia que todos conocemos gracias a innumerables cómics, películas, series, parodias, obras de teatro y adaptaciones.
Mas allá de la trama, la obra aborda muchas preguntas filosóficas en las cuales el Doctor se plantea que el poder de hacer algo, no significa tener que hacerlo, ademas de que hace una crítica muy puntual de los límites éticos de la ciencia, pues la muerte es un derecho natural para todos los seres vivos, por lo que interrumpir este proceso es desatar una fuerza anti-natural.
En la obra, el “monstruo” (el cual no tiene nombre y adopta el nombre de su creador) también se envuelve en un viaje filosófico, incapaz de retomar la vida que tenía pues murió hace años y recuerda vagamente su vida anterior, se queda sin un lugar en la tierra, por lo que busca un propósito a su existencia.
A diferencia de las películas, en el libro la “criatura” tiene un intelecto bastante avanzado y aunque es bastante alto, no posee una fuerza sobre-humana, el personaje está deforme debido a que está hecho en base a diferentes cadáveres de personas. El personaje inicia una busqueda literal de su “padre” el cual piensa que tiene la respuestas de su existencia, lo acecha por meses y es responsable del asesinato del hermano menor de Victor Frankestein (de manera accidental).
El doctor pronto empieza a darse cuenta de su error de desafiar a la muerte y traer a la vida a un ser humano, por lo que se da cuenta que sus acciones lo perseguirán toda su vida. En la obra tanto el Doctor como su “creación” llevan una relación de amor/odio parental, pues el “monstruo de Frankestein” le sugiere que lo dejará en paz si Víctor acepta en darle una compañera. El doctor acepta y repite el proceso sólo que con cadáveres femeninos, en el proceso el doctor se arrepiente e intenta asesinar a la “pareja” de su hijo quemándola. Su creación ruge de locura y le jura venganza, algo que cumple pues mas adelante asesina a sangre fría a la esposa de su “padre”.
La obra es una inquietante advertencia de que algún día el ser humano tendrá la posibilidad de jugar con fuerzas mas allá de su imaginación, por lo que debe tener cuidado en desatar su propia destrucción, pues como advierte Shelley en su obra: la curiosidad de Víctor Frankenstein fue la que lo llevó a la ruina al cruzar todas las fronteras éticas. Como bien dice, existen fuerzas que sobrepasan al ser humano y el provocarlas sólo traerá caos.
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