Artículo escrito por Laura Albarrán. Artículo de Invitado #32
Si bien es cierto que la salud mental es un tema sumamente incómodo para
la mayoría de las personas, sería ciego pensar que son solo casos aislados los
que sufren algún padecimiento neurológico.
Y de hecho eso es lo que hace tan especial a esta cinta, Joker es la
representación de un hombre que es golpeado por la vida día tras día, un hombre
que nunca ha tenido contacto con la compasión, comprensión o empatía que
debería poseer el ser humano de manera nata.
Un personaje que hace hincapié en las enfermedades mentales sin
volverlas glamurosas, extravagantes o idílicas, que nos muestra una realidad
tan incómoda que irónicamente genera empatía por el payaso del crimen.
Esta cinta es un parteaguas no sólo en el mundo de los cómics, sino
también para el mundo cinematográfico, es una propuesta diferente que contrasta
con todo lo antes presentado de este personaje, una versión mas humana, más
cercana a una realidad que aunque basada en los 80´s, fácilmente se podría
adaptar a nuestros tiempos.
La adversidad con la que Arthur Fleck tiene que luchar cada día no sólo
se encuentra en la incomprensión de la sociedad sino también en como él trata
de ser una buena persona, un buen ser humano, trata de integrarse, de ser como
cualquiera de nosotros pero por más que lo intenta eso nunca sucede, lo cual
genera como resultado esta épica frase, extracto de la cinta:
“Lo peor de tener una enfermedad mental, es que las personas esperan que actúes como si no la tuvieras”
Todd Phillips nos entrega una versión del Joker que sin lugar a dudas se
volverá una referencia canónica y obligada para futuros creadores que busquen
llevar a planos estelares al némesis de Batman pero también es una
interpretación que rompe con el estereotipo de locura como algo mágico o
maravilloso que sólo las personas especiales poseen y que dejan de lado el
sufrimiento y dolor con el que tiene que lidiar cada día, que nos acerca a la
realidad de vivir con estos impulsos, alucinaciones y sensaciones que generan
una realidad diferente al resto de la sociedad pero que sin lugar a dudas es
tan real como nuestro día a día.
Joker no sólo es una extraordinaria película, también un gran documento
de salud mental, porque en el protagonista existen múltiples factores que
detonan su enfermedad: genes desconocidos, pero de alto riesgo; crianza
caótica; trauma craneano; que nadie siente empatía por él; tiene acceso a armas
y además vive en un sistema médico fallido cuando le dejan de suministrar los
medicamentos que lo ayudaban a controlar su impulsividad y todos los síntomas
alternos, factores que lo llevan hasta el último peldaño del abismo.
El personaje te hace sentir incómodo, temeroso e incierto a
lo largo de la película, en una atmósfera depresiva que permea no sólo en el
ambiente de la cinta sino en el del espectador, generando una especie de claustrofobia
a lo largo de planos close-up y con una fotografía maravillosa donde uno tras
otro nos lleva a encerrarnos en la locura de Arthur, a sentir frío, soledad,
abandono y ansiedad, donde parece que cada paso es erróneo y cada lugar es peor
que el anterior basado en una identidad que genera horror y empatía a la vez,
reflejando la soledad con la que vivimos todos los días, escondiéndonos tras una
sonrisa, aparentando que todo está bien mientras todo a nuestro alrededor se
derrumba, donde a pesar de tener tantas formas de comunicarnos nos sentimos
realmente solos, y esta actitud la demuestra a través de su corporalidad poco
sana.
El punto de inflexión para Arthur llega con la pistola, arma
con la cual acontece sus primeros homicidios y la que de una manera sorpresiva
lo libera de todas aquellas cosas que lo hacían derrumbarse, la apatía
representada no sólo con su caminar sino también con la cantidad enorme de
medicamentos que ingiere diariamente y que se ve liberada tras este acontecimiento
que finaliza con un baile visceral, incómodo, estruendoso pero aterrador que
representa el génesis de su carrera criminal y que toca cada fibra de nuestro
ser a través de una banda sonora increíble.
Joaquín Phoenix logra de manera magistral marcar su línea de
otras versiones anteriores, como las de Jack Nicholson, Heath Ledger y Jared
Leto. Phoenix nos entrega al Joker más humano, y por ello el más peligroso de
toda la historia del villanos en la pantalla grande, la risa al principio le
juega malas pasadas al personaje pero conforme avanza la trama, la risa se
convierte en un ícono de la indiferencia de la ignorancia y la falsa inclusión
que se maneja hoy en dia, en una exploración que deconstruye al personaje de
una forma irascible e idílica, vulnerable y maleable, lo cual nos permite ver
a través de él, de su sufrimiento y realidad.
La película cuenta con muchas lecturas y simbolismos, uno de
los cuales es sumamente importante, la referencia de las escaleras es un
vehículo perfecto para representar cómo poco a poco se va sumergiendo en la
locura y deja salir a sus impulsos desenfrenadamente, sin tapujos, ni
remordimientos, sin juicios ni razonamientos, por ende el subir las escaleras
es muy complicado ya que aún está peleando con su naturaleza, con su ser, sin
embargo al momento de bajar las escaleras es muy colorido y sencillo dado que
es el punto en que se acepta a sí mismo y aunque es evidente que nunca va a ser
aceptado el homicidio o cualquier agresión criminal dentro de la sociedad,
también es cierto que la salud mental es un tema tabú aun hoy un día, algo que
se considera raro, extraño y que sólo a unos pocos les pasa cuando en la
realidad esto no sucede así.
El 10% de la población mundial padece algún trastorno mental y cada vez se incrementan más los suicidios y homicidios en
el mundo, por lo que si como sociedad seguimos ignorando el problema este
seguirá creciendo, así que tenemos que empezar a voltear a ver a las personas
que nos rodean, a preocuparnos genuinamente de lo que los aqueja y a ayudarlos
sin prejuicios, informándonos y sabiendo que son una parte importante de la
sociedad que no debemos ignorar.
------------------------
Artículos relacionados:
------------------------
Artistas...¿y dictadores?
Un buen día en el vecindario, un llamado a la empatía
Mujercitas: 150 años de Feminismo
A ti mujer
1917: Un viaje introspectivo
Si eres lo que escuchas, ¿quién eres?
¡Alto! En el nombre del Arte
¿Por qué JoJoRabbit merecía el oscar a mejor película?
------------------------
Hola! Recuerden que si quieren recibir actualizaciones semanales sobre el blog o si gustan que les regale 1 mini-libro sólo tienen que dejar su mail en este formulario para suscribirse al blog!
Les dejo la portada del libro de regalo.
Les dejo la portada del libro de regalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario