Si el diablo existe, el detective Méndez está seguro que se encuentra dentro de esa habitación, la cual se muestra proyectada en el monitor que tiene frente a él, grabada mediante una cámara de seguridad colocada en la esquina superior del cuarto.
El
oficial mira aterrado la escena que se reproduce en tiempo real. Los agentes SWAT
revisaron ya toda la fábrica donde se encuentran. Le acaban de notificar por el
comunicador que la mujer que aparece en la pantalla, en definitiva no se
encuentra en ningún lugar de esa fábrica abandonada.