martes, 21 de abril de 2020

El otro virus de México


Artículo escrito por Juan Carlos Núñez Macías. Artículo de Invitado #43

Como mexicanos, hay algo que debería de preocuparnos tanto como el COVID-19 y es un virus tan letal y tan resistente, que se niega a abandonar a los nuestros y se llama: fake news.

Sí, una fake new o noticia falsa, pa’los cuates. Y es que, en tiempos difíciles, lo mejor que se le ha ocurrido a la clase política de nuestro país es la grandiosa idea de politizar el asunto, siendo este el escenario perfecto para confundir más a la gente y deslegitimizar a unos para darle la razón a los otros; personas cuyos principales pecados son: no leer y creer todo lo que nos dicen.

Puede ser un tema de educación, puede que sea un tema de ideología política, puede que incuso sea apatía o desinterés, y seamos honestos, eso parece ser el amalgama de nuestro ADN sumado al bienaventurado nopal y claro, los taquitos. Porque sí, seamos honestos: ¿cuántos de nosotros – ya no hablo de verificación de fuentes o de autores, qué sería el utópico correcto de los académicos y ñoños por excelencia – siquiera, entra a leer la nota completa para saber qué dice y nos quedamos nada más con el encabezado? Porque déjame decirte, amiga, amigo que lee esto: el encabezado es algo así como el Osito Bimbo de las noticias: es el que suena más tentador, más atacante, más llamativo, más fiero… para al interior, en el texto, desmentirte o aclarar por qué ESA selección de palabras.  

Y entonces, sin más ni más, vamos y lo compartimos y emitimos una opinión de un texto que ni siquiera leímos.

¿O qué me dicen de estas veces que tu tía o tu mamá te han compartido una cadena tipo “MAÑANA SE VA A ACABAR EL MUNDO. ATTE. GOBIERNO DE MÉXICO” que parece que lo hizo tu primo de 10 años en el Paint de su computadora y que a todas leguas, se ve que es falso? Pero, y este es el señor PERO, tenemos esta costumbre social de “si lo vi en internet, es porque es cierto. Ahí está ¡tiene los logos!”. Y entonces, de ahí surge el cáncer que seguro, tienen infestados de noticias falsas y encabezados amarillistas tu feed de noticias de cualquier red social.

Y es que, en estos tiempos, no basta con que lo diga alguien mal llamado “líder de opinión” ¡NOOO! Hay algo más grande y más poderoso que la ética profesional y se llama: dinero. Dinero que ha corrompido a estos hombres y mujeres que con la responsabilidad que implica estar frente a una cámara o detrás de una computadora, ven cuarteada esta ética en la que se juró a la búsqueda de la verdad por enriquecer sus propios bolsillos. Así es, la información también es un negocio.

Y no sólo un negocio, es también un arma. Y la más letal, si me lo permiten. Porque si regresamos al primer escenario sobre la credulidad del mexicano, aunado al poder que aún tienen los medios de comunicación – llámese radio, prensa, televisión, twitter, etc…  – nos colocamos ante el nacimiento de este nuevo virus, que es utilizado como arma para desacreditar y generar odio infundado, basado en calumnias y mentiras.

Así funciona el poder, señoras y señores. Porque preferimos que alguien más “inteligente” que nosotros, nos diga qué pensar en lugar de generar un pensamiento propio; porque nos gana  el desinterés, el tedio, la lejanía de todos estos temas que a TODOS deberían de importarnos. Porque somos incapaces de comprender el juego político que tienen las noticias que salen todos los días, claro… porque nos da pereza. “Al final hacen lo que quieren y a nosotros, que nos lleve la tristeza”. ¿A que no te sonó familiar? ¡Ah que sí! Así nos pusieron un presidente hace seis años, y mira que no era el más capaz que digamos. 

Esa fue la estrategia que lo llevó a la victoria.

Y hoy, seguimos pagando las consecuencias, y la única vacuna para este mal, es estar informados y aprender a ser críticos. A quitarnos la pereza e interesarnos PORQUE A TODOS NOS AFECTA. Porque tenemos derecho y obligación a tener un criterio propio: sea de derecha, de izquierda o de reversa, pero propio, y no repetir lo que otros dicen (porque es más fácil y práctico) y defenderlo con la vida misma, como si no existiera otra verdad. Lee, busca, infórmate, pregunta, mira, cuestiona…

Si de alguien depende que todas esas agencias encargadas de generar información falsa dejen de hacerlo, será de nosotros cuando dejemos de creerlas. Así de simple. Ahora que tenemos el tiempo de realmente ser más productivos, empecemos por interesarnos sobre los asuntos de la vida que rigen a nuestro país y a los nuestros.

Es tiempo de ser críticos y buscar la verdad.


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1 comentario:

  1. Por eso hay que aprender a leer y discernir que es verdad y que es falso a lo mejor no te vas a poner a checar las fuentes de todas las noticias que ves pero los canales internacionales son más objetivos y certeros...

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