viernes, 27 de abril de 2012

Ego.

Soy inmune, invulnerable.

Cometí la peor falta que alguien podría hacer y fui atrapado en el acto.

Y sin embargo, a diferencia del resto de mortales, salí bien librado, me salí con la mía.

Y no sólo eso, sino que ademas ese hecho pareció actuar en mi beneficio, elevando mi autoestima y cubriéndome con un halo misterioso, enigmático entre mis congéneres, los cuales podrían pensar que ahora peco con la dulce miel de la soberbia, el néctar de los dioses. y quizá sí lo haga, al fin y al cabo ¿quien podría ahora decirme algo, quién se atrevería a reprocharme el sentirme orgulloso de los atributos que poseo?

Ni siquiera las mismas deidades podrían interponerse ahora en mi camino si me dispusiera a acabar con ellas.

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