lunes, 25 de febrero de 2019

Nunca ganaré un concurso literario.

Llegó un punto en mi incipiente carrera de escritor en que tuve que ser honesto conmigo mismo y reconocer que jamás ganaría un concurso literario, sin importar qué tan bien escribiera. ¿Y saben algo? Ese fue el momento en que por fin comencé a tener lectores y empecé a conocer gente que realmente apreciaba mi escritura y que eventualmente se volvieron mis amig@s.  



Cuando te planteas por primera vez en tu vida ser escritor, y lo haces de manera seria, no tienes la más remota idea de por dónde empezar. Vamos, que no es algo que te enseñen o que se pueda aprender. 

Los que quieren ser doctores, abogados o algo por el estilo lo tienen algo más fácil, por lo menos al momento de tomar la decisión. El camino a seguir está claro y lleno de apoyo de familiares y amigos que miran contentos cómo esa persona ha elegido el camino del bien y no es un bicho raro. 

Sólo deben procurarse buenas notas, entrar a la universidad, seguir sacando buenas notas, y sobre todo, memorizar muchas cosas de su carrera, demasiadas diría yo. Una de sus peores preocupaciones es pasarse años en la escuela (a veces demasiados años) y tratar de graduarse -nuevamente- con buenas notas

No me malinterpreten, no los menosprecio ni nada, de hecho, yo jamás podría terminar ninguna de esas carreras, no tengo el temple para llegar siquiera a la mitad, así que siempre agradezco tener amigos abogados que me saquen de algún apuro legal con la justicia y procuro tener a la mano en mi lista de contactos siempre por lo menos a dos amigos o familiares doctores en caso de un Apocalipsis Zombie. Y qué decir de esos amigos que se dedican a la cocina, siempre se agradece tener un restaurante increíble al cual llevar a tu novia en San Valentín y que tu amigo chef sea el propietario. Reconozco que sus habilidades son mucho más practicas y útiles en la vida diaria, inclusive más necesarias.

Sólo digo que al momento de dar los primeros pasos, ellos lo tienen más fácil, su camino está previamente establecido por la sociedad y cualquier persona con un mínimo de inteligencia les puede indicar el camino a seguir. No digo que su camino sea fácil o poco tortuoso, pero al menos es una senda recta con puntos muy específicos a seguir.

Pero para escribir, esto es totalmente diferente. Sales de la adolescencia y de pronto te encuentras con el mundo real. Los adultos te indican tal o cual carrera y cuál es la mejor para ti, cuál te va a hacer ganar más dinero o con cuál podrás tener un empleo ideal con todo y prestaciones, y hasta una secretaria.

Pero tú no quieres nada de eso; no sabes memorizar nada, tus notas no son ni siquiera promedio, cuestionas todo, tienes problemas para respetar la autoridad y en tu vida no has estudiado para un solo examen. Y sobre todo te preguntas, ¿por qué alguien querría seguir estando otros 4 o 10 años de su vida yendo a la escuela cuando para ti no ha sido más que un martirio de aburrimiento, horas perdidas y conocimiento inservible que jamás se te logró pegar?

Y para colmo, después de consultar con personas que más o menos se dedican a cosas relacionadas a la literatura, todos te dan la misma opinión: "Para escribir, y hacerlo bien, una carrera de Literatura es tan útil como estudiar ingeniería espacial." Por que al fin y al cabo, quienes estudian Literatura, están allí para que alguien más les diga lo que es un buen libro, tal y como dijo Daniel Espartaco Sánchez en su genial artículo sobre el Rechazo Editorial, y lo que tú quieres no es que te indiquen qué libro debes leer a continuación, ¡lo que quieres es escribir novelas!

Te quedas completamente desolado y sin saber qué hacer. Lo único que quieres hacer es escribir grandes historias y poder vivir de ello, es más ni siquiera pides ser rico o famoso, sólo poder vivir tranquilamente de ello. Pero no tienes absolutamente ninguna idea de por dónde empezar o cómo abordar ese sueño que ahora parece más inalcanzable que escalar el Monte Everest en calzoncillos. 

Entonces volvemos al inicio.

Los Primeros Pasos     

Ya lo decidiste, y nada de lo que te digan te hará cambiar de opinión. Vas a ser escritor a como dé lugar (aunque ni tú mismo sepas cómo va a pasar eso).

Así que haces lo que cualquiera de los grandes ha hecho. Si vas a empezar por algún lado, que sea siguiendo la senda que otros ya han trazado antes de ti. 

Así que envías cuento tras cuento a los grandes concursos literarios. Y luego también a los más pequeños, no vaya a ser que la suerte pegue donde menos lo esperes. Al fin y al cabo muchos escritores han empezado así, siendo descubiertos en algún concurso

Pasa el tiempo, y una tras otra, las convocatorias van cerrando y los "fallos" del jurado van haciéndose públicos. No ganas ninguno de los concursos grandes. Pero no importa, apenas vas empezando, te falta aún mucho por pulir. Quizá en los concursos pequeños haya mejor suerte.

Alerta de Spoilers: en los concursos pequeños, tampoco la hay. 

No importa, quizá aún no era tu momento de triunfar, quizá aún debas mejorar un poco para ser descubierto como ese pedazo de oro que eres entre todos los demás escritores hechos de carbón

La verdad      


Pasan los años, y ya ni siquiera lo intentas, has visto el tipo de cuentos o relatos que son ganadores, y sabes que sin importar qué tan bien escribas, el tipo de historias que tú haces jamás ganarán este tipo de certámenes. 

¿A alguien más le ha pasado esto? Por que a mí sí. 

No fue sino hasta que irrumpieron las nuevas redes sociales para escritores y por fin pude comenzar a divulgar mis cuentos y mis novelas a través de ellas, y finalmente me di cuenta que no había nada malo con lo que escribía. A la gente sí le gustaba mi forma de escribir y de contar historias. 

Es más, mucha gente quería que escribiera más y estaban al pendiente de cada actualización que hacía a mi libro Lucifer, Príncipe en el Exilio, el cual lo fui escribiendo con la ayuda de los comentarios y el apoyo de muchos lectores. 

Entonces me di cuenta que jamás ganaría un concurso literario, por que mi estilo no era el apropiado para ello. Mi forma de escribir, por muy literaria que sea, también es extremadamente comercial, o sea que escribo para que cualquier persona pueda entender lo que escribo, sin importar la edad. Escribo de manera honesta, directa y sin dar rodeos, como una operación a corazón abierto. 

Y en los concursos lo que buscaban eran relatos que dieran rodeos, donde preferiblemente no pasara nada emocionante y donde el escritor tardara el mayor tiempo posible en describir qué comida se había servido en el banquete de los 15 años de la sobrina de la prima de la esposa del capataz del pueblo a las 12 de la tarde de un caluroso sábado a la entrada del pueblo lejano del país mágico-realístico en turno

Jamás soporté a cierto tipo de escritores latinoamericanos (clásicos) porque me parecían extremadamente aburridos y lentos para narrar, además que ese tipo de escritura costumbrista era algo que de adolescente siempre me parecía de lo más soso, y yo la verdad no tenía interés alguno en adentrarme en las intrigas de una familia de pueblo, y además de un pueblo remoto. No señor, las historias pueblerinas no eran para mí. 

Yo quería beber sangre por las noches con vampiros, acompañar al Primero Harkonnen a salvar a la galaxia de la maldad de las máquinas pensantes, quería conocer a los robots de la Fundación y caminar por los pasillos de Hogwarts envuelto en la capa invisible, quería ir a Derry y luchar contra el malvado Payaso que aterrorizaba el pueblo, quería construir la primera majestuosa Catedral en la Inglaterra del siglo 12. 

En fin, mis sueños de aventura eran demasiado grandes como para tenerlos limitados en una casa tomada, o en un llano en llamas, o en un Páramo, o en un pueblucho que llevaba 100 años en soledad y donde todos se llaman Fermín, Aureliano o algo así. 

Siento que muchos de los más grandes representantes de mi región (Latinoamérica) escriben páginas y páginas de relleno y cuyas tramas jamás avanzan. Por eso mis referentes siempre fueron escritores comerciales, que saben combinar la acción, con la narración, la descripción y diálogos, y en donde en cada una de sus páginas, siempre algo está sucediendo. Algunos escritores con los que crecí leyéndolos son: Stephen King, Anne Rice,  J.K Rowling, Isaac Asimov, Ken Follett, e incluso el genio de José Saramago. 

Como ven por mis referentes, nunca tuve oportunidad alguna de ganar un concurso, en donde buscan siempre al próximo García Márquez o al siguiente Carlos Fuentes, o al Octavio Paz que los colmará con una exultante y rimbombante poesía. Y no los puedo culpar, son libres de buscar el tipo de textos que más les plazcan. 

Y cuando comprendí esto, cuando finalmente dejé atrás la infantil idea de ganar un concurso literario y ser publicado por las mejores editoriales del mundo, por fin pude empezar a dedicarme a ser un escritor en la vida real. Por fin pude concentrarme y enfocarme en empezar a escribir libros hechos para los LECTORES, que son quienes realmente importan. 

Me di cuenta que para que todo esto funcione debes de escribir primero para ti, y luego corregir y modificar pensando en los lectores. Son los dos únicos factores en la ecuación que realmente importan. Y comprendí que hay que olvidarse por completo de escribir para complacer tanto a las editoriales como a los concursos literarios, quienes al principio no son más que molestos intermediarios que a final de cuentas (y la mayoría de las veces) terminan convirtiéndose en el más fastidioso y contraproducente de los estorbos.

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14 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Respeto mucho tus palabras, tu experiencia y decisiones como escritor, digamos, "comercial" y popular.
    Pero también como asiduo participante de concursos, enviador de textos a editoriales y portales y además exigente en respuestas, mi experiencia fue exactamente la opuesta: me pedían una escritura llana, "popular" y "comercial" que todos comprendan y que nadie quería otro García Márquez o Juan Rulfo. Y luego leyendo los cuentos y novelas de los ganadores, comprobé que así era. Y en tiempo reciente.
    Quizá deberías continuar intentándolo, y quizás este sea tu momento para una editorial importante que más que nada le importa vender libros a los grandes públicos; además que es una literatura totalmente válida. Personalmente respeto a Stephen King o Asimov, etc.
    Con respecto al ámbito académico y universitario coincido plenamente.

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    1. Hola! Antes que nada, quiero agradecerte que te hayas tomado el tiempo de dejar tu comentario.

      Me parece extremadamente curioso que nos haya pasado exactamente lo opuesto. Por la forma en que te expresas estoy seguro que escribes muy bien, así que probablemente sólo has tenido un poco de mala suerte. Pero no dejes de intentarlo y seguir mandando tus escritos, y sobre todo espero que sigas escribiendo siempre.

      Yo por mi parte, ya no creo volver a intentar ni enviar algo a concurso o a editoriales. Para mí por ahora, el camino es el de la autopublicación, y pues que lleguen solas las editoriales, si algún día llegan.

      Te mando un saludo y espero seguir contando con tu opinión!

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  3. Hola Jorge, me agrada como piensas debe ser un escritor. Soy muy viejo escribiendo, pero apenas estoy aprendiendo por la experiencia de verdaderos escritores.
    En cuanto a los concursos, apenas estoy aprendiendo y estoy procurando uno por mes, así que no puedo opinar a ese respecto. Lamento que casi todo lo escrito tiende a lo costumbrista, tanto rural como a lo urbano, sunque tengo cosas de tipo sobrenatural no para aterrar, me refiero a la vida después de la muerte.
    Y sí desearía recibir tus escritos.
    Te mando un abrazo

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Me alegra mucho conocer a otro compañero escritor.
      Me gustaría mucho poder leer algo tuyo del género sobrenatural.
      Y claro, yo con mucho gusto te envío los libros por correo electrónico.
      Saludos!

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    2. Por cierto, necesito tu e-mail para poder enviarte los 3 libros que estoy regalando.

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  4. Interesante tu experiencia con los concursos. Quizás se trate de buscar mejor, porque concursos literarios hay sobre todos los géneros. Los hay, por supuesto, pomposos y anquilosados, comprados e inaccesibles (como el planeta), pero también sobre vampiros, terror, ciencia ficción, etc. Lo mejor siempre es buscar en páginas especializadas en esos géneros. Los premios suelen ser menores, claro, pero vas a estar apuntando a tu público, y como me dijo una vez una reconocida agente literaria "algunos premios son verdaderas catapultas". Ahora bien, que si al final no ganás ninguno, que importa. Lo importante es encontrar a tu público allí donde estuviere y luego hacer la tarea del artesano, que es construirse como marca y referente con ese público. Al menos tenés en claro de qué va lo tuyo: sos un autor comercial, así que a comerciar. Marketing y mucho marketing.
    En cuanto a escritores a los que les sobran páginas... No sé si a Ken Follett le sobren pero cualquiera que se haya leído los pilares de la tierra sabe que no le faltan, jaja.
    Éxitos.

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    1. Hola Hernán! Muchas gracias por tu consejo sobre buscar concursos más enfocados a cierto género, estoy seguro que a quienes lean tu comentario, les vas a ayudar muchísimo.
      Y como dices, ahora lo que he intentado hacer es ir poco a poco llegando a lectores que ppuedan disfrutar con mi trabajo.

      Qué curioso que mencionaras justo Los Pilares de la Tierra, ya que de hecho es mi libro favorito, y si como dices, un libro de una extensión realmente épica!

      Saludos y espero seguir leyéndote por acá!

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  5. Cordial saludo.
    Opino: El terror de los jurados de los concursos literarios: Premiar una obra desconocida, que resulta no ser original, un plagio flagrante; porque el jurado está convencido de que no lo ha leído todo y puede resultar un chasco su veredicto. Por eso premian obras de escritores ya consagrados, de los que están seguros.
    Desde ese punto de vista, los demás concursantes estamos perdidos.

    Éxito y Felicidad.

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    1. Tiene mucho sentido lo que dices. Creo que de hecho has abierto un nuevo tema de discusión que puede ser muy interesante, y que de hecho les daría la razón a los jurados de escoger como lo hacen.

      Te mando un saludo, y gracias por tu aporte!
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  6. Yo ni tan siquiera lo intento. O al menos, no hasta que encuentre un concurso en el que al menos un tercio de los integrantes del jurado sean escritores de terror, en castellano. Prefiero seguir escribiendo y puliendo. Eso sí sé que da resultado jejeje

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    1. Haces bien amigo, de lo que sí soy consciente es de que has tomado el mismo camino que yo, el de no quedarte sentado esperando sino el de tomar acción y buscar llegar por nuestros propios medios a quien realmente importa: Los Lectores.

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  7. Hola, Jorge. Te agradezco por éste contenido. Me sirvió mucho; comienzo a escribir y la información que compartes en base a tu experiencia brinda un panorama de la batalla que me espera. Estaré al pendiente de tus publicaciones, me gustaría leerte. Te dejo mi correo : decerjl@gmail.com

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    1. Te agradezco mucho que te hayas tomado el tiempo para leer y sobre todo para dejar tu mensaje. Así es, es un trayecto largo, arduo y solitario, pero justo eso mismo es lo que hace que la recompensa y el encontrar lectores sea mucho más gratificante cuando comienza a suceder. Así que no te des por vencido, ne cejes en tu empeño jamás!

      Ya te agregué a la lista de correo, pero si quieres estar más al tanto de todas mis novedades, te recomiendo que le des like a mi página de Facebook llamada *Espada Literaria.*

      Te mando un saludo y un fuerte abrazo!

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