Caín, Príncipe de Nod. Capítulo 1

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Los vampiros sólo saben vivir en guerra; así ha sido desde el inicio y así siempre será. No se puede esperar otra cosa de seres cuya misma existencia depende esencialmente de matar, de saciarse con la sangre de otros.

Estoy sentado en una oscura habitación en un pueblo a las afueras de Praga, escribiendo a la luz de una vela mortecina, con la esperanza de que ellos no me encuentren. Cada noche que paso escribiendo en vez de huyendo, cada minuto que desperdicio en esta tarea en vez de ocuparme en mi supervivencia, es un minuto que ellos están más cerca de dar conmigo, de encontrarme…

Pero no puedo evitarlo, soy como esos pensadores de la Edad Media que no cejaban en su empeño y escribían sus estudios, sus experimentos y sus conclusiones científicas, aún a sabiendas de que serían perseguidos por la Iglesia y asesinados por esos textos. Así mismo, yo comprendo esa necesidad primaria de querer plasmar lo que uno sabe, dejarlo por escrito por la posteridad, aunque esto ponga en riesgo tu propia identidad. La verdad es más importante que la integridad de uno mismo. 

Como mi sire una vez me dijo: un sólo hombre no puede marcar la diferencia, pero la idea de éste sí. Sé muy bien que yo solo no puedo hacer nada para cambiar el curso de esta guerra, no soy ni siquiera un peón en el tablero gigante de esta guerra que está a punto de iniciarse. Así que no, yo no voy a cambiar nada, pero espero que mi idea, plasmada en este libro sea la idea que se convierta en el símbolo que pueda causar un verdadero cambio. 

O llegado el peor de los casos, el caso de que esta guerra estalle y llevemos al mundo a un estado deplorable, un estado de caos y destrucción absoluta en la cual ningún bando sea ganador y sólo quedemos los restos esparcidos de lo que alguna vez fue una civilización global y unificada, espero que la crónica relatada en este libro sea la evidencia que necesiten las futuras generaciones para no caer en los mismos errores, para no ceder ante la ambición del poder, para no caer ante la desesperación de la hambre y la soledad y no se vuelva a permitir que la progenie de los no-muertos vuelva a extenderse de la manera tan monstruosa en que lo hizo en este siglo, el siglo de las revoluciones tecnológicas, el siglo en que el hombre por fin asentó las primeras bases en la luna y llevó naves tripuladas a Marte…

Pero me estoy desviando, soy un hombre viejo ya, aunque mi cuerpo no lo parezca, y suelo divagar. Aún me cuesta verme a mí mismo como un hombre, siendo que comencé mi existencia siendo un ser incorpóreo, completamente espiritual. Pero aquí estoy ahora, con una pluma en mi mano, y cientos de hojas en blanco a un lado esperando a ser llenadas. 

La tarea que me espera no me abruma, para alguien como yo, escribir no representa ninguna dificultad, las palabras fluyen directamente del cerebro a la página, los que caminamos entre los vivos sin serlo, podemos movernos a velocidades que resultarían impresionantes para el ojo humano, así que podemos plasmar en el papel nuestras ideas casi tan rápido como las vamos pensando en nuestra mente.

Todos nosotros le tememos al día, pero yo jamás en mi existencia de no-muerto le había temido a la noche, hasta ahora.

Los vampiros liderados por Lucifer me acosan a cada paso que doy, y yo soy demasiado débil para hacerles frente. Por eso es que huir es mi única opción. Han adiestrado humanos para que me persigan y me den caza durante el día, los manipulan telepáticamente, manteniéndolos bajo su férreo control. 

Huyo de noche y tengo que esconderme en lugares repulsivos durante el día, rogando en todo momento que no me encuentren mientras duermo. Es por eso que el simple hecho de plasmar estas palabras aquí, detenerme frente a estas hojas en este antiguo escritorio representa un riesgo de muerte para mí. 

Pero ellos no son el único enemigo del que debo cuidarme la espalda, no. También están Los Hijos de Seth, esa orden incansable, astuta e implacable, fundada hace ya milenios por el tercer hijo de Adán y Eva. Ellos también buscan darme muerte, aunque ellos no me preocupan tanto por ahora, ya que ellos buscan darle muerte a cualquier vampiro por igual. 

Por eso tuve que hacer una frágil alianza con Los Hijos de Caín, esa orden milenaria formada por los vampiros que al igual que su primer padre, buscan vivir en las sombras, pasar desapercibidos y ocultos a los ojos de los humanos. Ellos también son implacables y están en guerra abierta contra todos esos vampiros rebeldes que buscan multiplicar la especie, salir a la luz y aterrorizar a los débiles humanos. 

Así que si queremos entender a Los Hijos de Caín, y entender sobre todo su cruzada maldita, su Yihad, debemos remontarnos a nuestros orígenes, remontarnos al origen de la raza vampírica y conocer la historia del primer Vampiro, el padre de todos. 

Quizá Lucifer y sus ocho ángeles rebeldes existimos en forma vampírica desde antes, desde que el creador nos maldijo a todos nosotros despojándonos de nuestra forma celestial y encerrándonos en cuerpos inmortales y sin alma, cuerpos incapaces de experimentar los gozos que siente un humano, cuerpos únicamente capaces de sentir placer, y sobrevivir, a través de la sangre, pero nosotros nunca fuimos humanos. Nosotros pasamos de ser ángeles hermosos e incorpóreos, a ser estos seres malditos que vagan por la noche.

En cambio, Él sí fue humano, y fue el primero en convertirse en vampiro. Eso lo convierte en único en su especie, un ser de carne y hueso convertido en inmortal. Y de ahí su importancia. 

Antes de adentrarnos en la historia de la niña que en estos momentos se está convirtiendo en mujer y la cual será la salvadora de la raza humana o la persona que lidere a los vampiros hacia un Apocalipsis de consecuencias terribles, creo que es sumamente necesario que conozcamos nuestros orígenes y saber cómo hemos llegado hasta este punto de la historia en que nos encontramos al borde del caos…

Así que, perdiendo la protección que la orden me ofrecía, y bajo riesgo de ser hallado y destruido por el fuego o de ser arrastrado fuera de mi escondite durante el día y morir abrasado por los rayos del sol, me he dado a la tarea de viajar por el mundo y recopilar la historia del primer humano convertido en vampiro, el más antiguo, el más poderoso de entre todos nosotros, el más implacable: Caín de Nod.

-Samael. A las afueras de Praga. Tercera década del siglo 21.

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Si es la primera vez que te adentras en este vasto universo, recuerda que hay todo un libro que es la precuela de este, llamado: Lucifer, Príncipe en el Exilio.

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