lunes, 25 de noviembre de 2013

Poemario desde el exilio.


Y entonces todos los pecadores verán  mi verdadera forma
y se arrodillarán ante mí.

Pues soy el inicio y el final,

soy la soberbia, la vanidad, devoro alegría.

Yo soy quien quiebra imperios, aquel que voltea las cruces,

como ojos que ven hacia dentro,
y escupe sobre ellas.


A las naciones no les quedará opción más que adorarme

y lo harán con gozo y alegría,
pues yo no impongo reglas ni conozco restricciones.

Caos, violaciones, saqueos, sangre,

no conozco mejores lisonjas.

¿Quién soy yo?


Soy el príncipe en el exilio, soy el alma desterrada

soy tú, soy ella, soy el vacío creciente en vuestros pechos,
derramándose como dulce y metálica miel roja,
soy la confusión, el desorden
y todo lo que existía antes de la ordenación del cosmos.


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Siguiente capítulo:

El nacimiento de un dios




Capítulos anteriores

Mi alma murió

La Leyenda de Judas (2)

La Leyenda de Judas (1)

El Exilio de Lucifer

Preludio: Origen

Lucifer

La Leyenda de Caín

Mi alma arderá en el paraíso


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