sábado, 19 de octubre de 2019

Los Ofendiditos



Clara referencia a todas las adolescentes que hace semanas marchaban por el feminismo y en contra de la violencia contra la mujer, y este mes quieren casarse con un "chapito" del crimen organizado.

No puedo culpar a las personas que ven narco-series; al fin y al cabo no es su culpa tener pésimos gustos.

Así como tampoco puedo culparlas de vivir en un país tercermundista donde la "música" que más se escucha es reguetón, y defienden sus gustos diciendo que la escuchan "por que está de moda." Tampoco es su culpa idolatrar a los narcos y admirarlos por  "tener mucho varo y muchas mujeres."

Tampoco las podemos culpar de vivir en un país en donde los jugadores de fútbol soccer son vistos como héroes, como ídolos de los niños, mientras que los deportistas de otras disciplinas, junto con escritores, pintores, músicos y demás artistas, son vistos como los "muertos-de-hambre" de la sociedad.


Tampoco soy nadie como para culparlas por vivir en un país en donde la gente simplemente no lee. Claro, a menos que se trate del tweet de algun "influencer" idiota o la quinta noticia falsa del día en facebook.

Porque al fin y al cabo qué somos nosotros sino los bicho raro de los libros, de la cultura, del buen cine, del sentido común.

Somos los amargados que no saben estar a la moda. Que no pueden entrar a un bar y estar en paz con los tambores simples primitivos e idiotizantes de una buena canción de reguetón. Somos los que nadan contra corriente en un país donde las chicas mueven el culo al ritmo de una canción que les dice lo tontas que son, lo poco que valen, y lo buenas que se ven con esa mini-falda.

Y donde los adolescentes hombres escuchan esta música sólo para agradarles a esas chicas, y poco a poco van perdiendo su identidad, van perdiendo la batalla contra el sistema, poco a poco van dejando de ser ellos y comienzan a convertirse en copias perfectas de Maluma: todos con la misma barbita, con las mismas pestañas delineadas y la misma ropa afeminada.


Quién iba a decir que algún día Bob y Patricio serían héroes nacionales a la altura de nuestro presidente.


Somos esos tontos obstinados adictos a leer en un país donde la literatura vale para una mierda, donde la palabra escrita sólo vale si está escrita por un youtuber, donde la sección de los libros más leídos la ocupan estos mismos junto a las mujeres que escriben clones de la misma saga Crepusculosa una y otra y otra y otra y otra vez.

Pero claro, nosotros somos los derechistas, los retrógrados, los misóginos, los intolerantes por señalar estas cosas y hacerlo de manera directa, por insultarlos a la cara y por decirles lo que son: unos Ofendiditos que no valen para otra cosa más que para seguir modas, para vestir igual unos que otros y para escuchar en la discoteca la misma canción una y otra y otra y otra vez.

Pero como dije, no nos hagan caso a nosotros, al fin y al cabo, ¿quiénes somos nosostros para criticarlas?


El Jefe Gorgory haciendo gala de sus cursos especiales tomados en México.


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